- Diseñar, planificar y poner en práctica actividades lúdicas atendiendo a las necesidades específicas de cada una de las personas mayores que habitan en la residencia.
- Garantizar la educación permanente durante toda la vida, adquiriendo nuevos conocimientos y nuevas experiencias.
- Potenciar habilidades y capacidades que favorecen la autonomía y la independencia de los mayores.
- Fomentar el envejecimiento activo, la sensibilidad y la conciencia social
- Desarrollar programas de estimulación cognitiva adaptados a las capacidades de cada una de las personas mayores que habitan en la residencia.
- Realizar acompañamiento en actividades básicas y cotidianas del día a día, con el fin de que la persona mayor se sienta motivada y activa.
La pedagogía, partiendo de la Educación Emocional, mejora la calidad de vida de las personas mayores y promueve su bienestar emocional, evitando la soledad y la exclusión social y favoreciendo la inclusión en el entorno que las rodea.